Como ciudadano de la UE, puedes estudiar en cualquier universidad europea siempre que cumplas con los requisitos de admisión correspondientes. La necesidad de pagar tasas académicas depende de hasta qué punto la educación universitaria se financia con el dinero de los contribuyentes en cada país. Por ejemplo, asistir a la universidad es gratis en Escocia, mientras que en Italia hay que pagar (cada centro establece la cantidad).
Descubre más sobre el sistema que se aplica en cada país aquí.
¿Has encontrado el trabajo de tus sueños? ¡Enhorabuena! Como probablemente sabrás, comenzar a trabajar también implica empezar a pagar el impuesto sobre la renta, según los ingresos que obtengas.
El país en el que resides a efectos fiscales puede gravar el total de tu renta mundial, salarial o de otro tipo. Así, se incluyen salarios, pensiones, beneficios, ingresos patrimoniales o derivados de otras fuentes, o bien las plusvalías generadas por la venta de bienes inmuebles.
Cada país establece su propia definición de residencia fiscal:
por lo general, se considerará que la residencia fiscal de un contribuyente se encuentra en el país en el que resida más de seis meses al año;
normalmente, si pasas menos de seis meses al año en otro país de la UE, tu residencia fiscal seguirá estando en tu país de origen.
Descubre aquí cómo se aplica el impuesto sobre la renta si pasas tiempo en más de un país de la UE.
¡Enhorabuena! ¡Europa necesita más emprendedores! Crear una empresa en la UE es ahora más fácil que nunca. Sólo es necesario conocer las obligaciones fiscales (como solicitar un número de IVA, por ejemplo).